Guardar el material de esquí hasta el año que viene
Con el fin del invierno vienen asociadas una serie de rutinas, como es el guardado de la ropa de esquí hasta la próxima temporada. La ropa de nieve es bastante voluminosa y un trastero es el lugar ideal para almacenarla a la espera de que vuelva el frío y en consecuencia la nieve a las pistas.
El material de esquí no requiere cuidados demasiado específicos para su conservación, pero seguir unas pequeñas pautas nos ayudará en su óptima conservación. Vamos pieza por pieza:
La ropa de esquí (anoraks, pantalones, guantes, gorros, etc…) conviene guardarla totalmente seca, a ser posible dentro de fundas de plástico o cajas al efecto. Existen unas bolsas de plástico muy prácticas para guardar este tipo de ropa: las bolsas que succionando aire con el aspirador doméstico hacen el vacío y así la ropa se conserva de forma óptima los próximos meses.
Las botas conviene guardarlas abrochadas, para evitar que se deformen. Sin embargo no debemos apretarlas mucho tampoco. Otra buena idea es guardarlas con papel absorbente dentro, por ejemplo papel de cocina, ya que nos ayudará a eliminar el resto de humedad que siempre suelen tener.
Los esquís conviene que estén totalmente secos antes de almacenarlos, ya que restos de nieve o de agua, pueden llegar a oxidar sus cantos. Los esquís idealmente se deberían guardar separados, de esta manera evitamos que las superficies deslizantes estén en contacto entre ellas y puedan ganar adherencia. También es un buen momento para la puesta a punto (encerado, pulido) de los esquís.
Con el resto de complementos (portaesquís, palos, trineos, etc…) conviene seguir la misma lógica que con los elementos anteriores. Almacenar todo perfectamente seco es garantía de óptima conservación, hasta que el año que viene podamos volver a disfrutar de la nieve.
Si estás cansado de tener en casa todo el material de esquí, plantéate la opción de un trastero. Si estás en Barcelona, te atenderemos encantados en Trasters Bonanova, Teodora Lamadrid 44.